Es un enamorado de la cerveza y uno de sus grandes placeres es tomarse una buena jarra bien fresquita.
A mí no me gusta esta bebida y tenía mis dudas de si el pastel sabría demasiado a cerveza pero, la verdad, ¡es que está muy rico!
En la receta original, el bizcocho iba acompañado con un frosting de queso pero como a mí no me gusta, lo cubrí con nata montada.
No me enrollo más y os dejo con la receta y algunas fotitos con el resultado.
INGREDIENTES:
- 250 ml de cerveza negra Guinness
- 250 g de mantequilla
- 75 g de cacao puro en polvo
- 400 g de azúcar
- 140 g de nata para montar (bizcocho) + 300 g para la cobertura.
- 2 huevos
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 250 g de harina de repostería
- 2 cucharaditas de bicarbonato
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 170ºC.
En una olla calentamos la cerveza sin que llegue a hervir. Añadimos la mantequilla troceada y removemos hasta que se disuelva completamente.
En un bol mezclamos bien el cacao, el azúcar, el bicarbonato y la harina tamizada. Reservamos.
En otro recipiente batimos bien la nata, los huevos, la vainilla y la cerveza con la mantequilla derretida hasta que la mezcla esté homogénea.
Por último, vamos añadiendo los sólidos (cacao, azúcar, bicarbonato y la harina) poco a poco y removiendo hasta que todo esté perfectamente incorporado.
Vertemos el preparado en un molde que habremos engrasado previamente y horneamos hasta que esté cocinado (es decir, cuando introduzcamos un palillo durante 5 segundos, éste salga limpio).
Sacamos el bizcocho del horno y, pasados unos minutos, lo desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Cuando el bizcocho esté totalmente frío, montamos la nata con un poco de azúcar y lo cubrimos con ella.
El invierno es más tranquilito en cuanto a festejos se refiere.
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